FORMACION PROFESIONAL UNIVERSITARIA
Omaira Quintana
Estudiante del Doctorado en Educación
Universidad Carabobo- Valencia-Venezuela
La formación profesional, no solo esta ligada a exigencias o desempeños eficaces y efectivos en términos de conocimientos específicos de determinadas disciplinas, de destrezas metodológicas para asegurar aprendizajes significativos en las distintas áreas del saber. Ser profesor implica además, poseer una formación en valores y principios morales que sustenten su tarea en principios democráticos y dialógicas. En experiencias educativas, de carácter nacional, ha quedado de manifiesto el alto grado de importancia que los padres y las madres de familia dan a la coherencia entre la vida profesional y personal de los docentes y directivos de sus hijos, en términos de comportamientos, de transmisión de valores y de fomento de actitudes. Es pues, obviamente notorio que el constructor de enseñanza del docente juega un rol preponderante en el ciclo educativo, siendo el mismo no estático, sino mas bien impreso de un dinamismo evolutivo que lejos de desgastarse se convierta en un elemento que se adapte a los estamentos paradigmáticos inherentes a los patrones destinados a la inserción de los sujetos en el amplio espectro de la sociedad del conocimiento.
Ahora bien, se, hace necesario mejorar los factores pragmáticos correspondientes al contexto formativo del docente universitario venezolano, lo que pretende dar respuesta, al menos de forma parcial, a la inquietud de renovación del perfil del instructor del sector superior, caracterización de las corrientes epistemológicas de las ciencias de la educación, permita aplicar un producto que facilite y consolide la restructuración de las competencias académicas de los profesionales de dicho sector. En tal sentido, la formación docente puede verse desde dos grandes dimensiones: la que esta referida a la adecuación pedagógica del sujeto como parte de su educación universitaria para el ejercicio de la docencia, y otra correspondiente al mejoramiento instruccional del docente bajo una mayor densidad y complejidad en cuanto a la comprensión de las teoría, técnicas y procedimientos de enseñanza. Por ello el término “profesional” o “profesionalismo” busca hacer una distinción entre ambas dimensiones, siendo este identificado como la correspondiente a la etapa del docente ya formado para impartir instrucción y la denominación de este ámbito de la carrera profesional del docente universitario tienes varias aceptaciones: formación continua, formación permanente del profesorado, entrenamiento o formación de servicio, reciclaje de los docentes, etc., es decir desarrollo profesional.
Ante este panorama el docente universitario se enfrenta a una complejidad, en la que se ven continuamente desafiados los propios marcos de comprensión, acción y autoidentidad. De esta manera, se destaca que existe la necesidad de impulsar la implementación de nuevos modelos de educación superior, donde el papel del profesional universitario deba enfrentar cambios significativos en su accionar, siendo su competencia académica uno de los puntos neurálgicos de tal actitud. La educación, considerada como la utopía necesaria para diseñar y construir un futuro común, como pasaporte para una mejor calidad de vida para nuestra sociedad y en particular para aquellos que aún esperan la compensación diferida para las generaciones futuras, exige al sistema escolar la entrega de un servicio que contribuya a un desarrollo humano más armonioso, capaz de superar las tensiones entre tradición, modernización y modernidad, entre competencia e igualdad de oportunidades, entre aspiraciones espirituales y realidad material, entre intereses locales y perspectivas globales.
Así, el punto no es detenerse a analizar, pensar acerca de los elementos que conducen a la situación actual sobre la que se desenvuelve el docente del sector universitario venezolano, sino en el reconocimiento directo, no tácito, de que es menester emprender caminos y senderos que conduzcan al redimensionamiento de su labor en el entorno del país. Tomando como punto focal en el proceso lo planteado y en la búsqueda de orientar la transformación educativa en las universidades, bajo la praxis fundamental del docente como guía del proceso de enseñanza, se hace necesario revisar los parámetros inherentes al mismo, de forma tal que a través de un proceso cognitivo, bajo el paradigma cualitativo y mediante la metodología inductiva y/o deductiva, se pueda plantear una nuevo perfil integral aplicable a la formación profesional, mediante el desarrollo de competencias del docente universitario, que se traduzca en una guía de referencia para minimizar el impacto de los factores exógenos al campus universitas, y así consolidar una perspectiva individual que se proyecte y renueve con sus múltiples facetas de interdependencia y cambio constante, signos característicos de esta nueva era.
0426-6538065
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