SUGERENCIAS PARA LA ATENCIÓN DE UN NIÑO O NIÑA CON RETARDO MENTAL LEVE EN EL SUBSISTEMA DE EDUCACIÓN PRIMARIA

Para abordar un niño o niña con necesidades educativas especiales (N.E.E), específicamente con la condición de retardo mental leve, primeramente es necesario aclarar que este no presenta compromiso orgánico en la mayoría de los casos y es bien posible hallarlo en cualquier sector social, la gran mayoría de los estos son detectados en los sectores de menos recursos económicos de la población; es por ello, que el docente del aula regular debe apropiarse de un cúmulo de conocimientos basados en la conceptualización, caracterización, diferenciación y diversidad, todo ello le permitirá o facilitará dicha atención, de igual forma, se deben considerar las siguientes premisas como: enfatizar en la importancia del funcionamiento del niño o niña y la limitación intelectual; las limitaciones coexisten con capacidades; la evaluación ha de tener en cuenta las diferencias en la comunicación, en aspectos sensoriales, motores, comportamentales y el apoyo de los especialistas es clave para el proceso de atención y posibilitan desarrollar los planes de atención.
Por otro lado, al docente de aula regular se le presenta la duda si el pensamiento no evoluciona, por lo tanto, esto repercute en la transición de operaciones concretas a operaciones formales, escritura y lectura, en función de ello, el docente corre el riesgo de asumir dos posiciones extremas: la primera de aferrarse al mito de que el niño con retardo mental leve no pueden aprender, bajando significativamente las expectativas y las de exigencia, terminando el niño o niña con esta condición en actividades de coloreado, picado y recortado, haciendo planas interminables o participando en actividades lúdicas. La segunda es tratar de nivelarlo a las exigencias de los grados escolares, y esto de algún modo afecta su autoestima al confrontarlo con actividades superiores a sus capacidades y comienza a presentar conductas pocas acertadas para su aprendizaje y desenvolvimiento académico. Para evitar lo antes señalado, el docente del aula regular debe estar en comunicación continua con el docente especialista del aula integrada de manera que a través de las sugerencias desde el punto de vista pedagógico y familiar sean tomadas en cuenta para el trabajo en el aula y hogar, de igual forma, apropiarse de las actividades tanto grupales como individuales que le permitan a este niño o niña identificarse con
el nivel de exigencia y así con la ayuda del docente especialista, familia y docente del aula regular puedan coincidir en aquellos elementos para la construcción del proceso enseñanza aprendizaje. Otro elemento que sede considerar, en pro del niño o niña con esta condición, es que de no existir docente de aula integrada en la institución se debe buscar apoyo a través de la línea intrasectorialidad, que consiste en brindar apoyo desde la modalidad de educación especial al ámbito regular (subsistema de educación primaria).
Es decir que, la atención educativa para niños y niñas con retardo mental leve implica la reorganización de la plataforma estratégica de la institución educativa, en lo concerniente a misión, visión, valores, principios, objetivos y metas, es por ello, que desde la formulación y reformulación del PEIC se debe ofrecer una filosofía institucional, de manera que los programas y proyectos desarrollados con esta población, tengan sostenibilidad, coherencia y perdurabilidad en el tiempo. Estas sugerencias se convierten en una herramienta para que los profesionales de la educación del subsistema de educación primaria lleven la práctica pedagógica en coherencia con la del servicio, ya sea a nivel de institución o de aula, y a la vez direccione la acción de quienes inician la atención de la población en el área de retardo mental leve.

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