Universidad de Carabobo
Facultad de Ciencias de la Educación
Dirección de Postgrado FACE
Doctorado en Educación
Dr. Julio González Bello
Referencia Bibliográfica
Gabriel, Ugas. La Complejidad de lo Efímero. Barquisimeto-Venezuela. Ediciones Gema. 2010. 78 pp.
Yamilet M. Pérez R.
2011.
Las ideas principales que ha dejado el autor. En el proceso de análisis, interpretación y síntesis del texto “La Complejidad de lo Efímero”, se obtienen tres categorías principales: 1) La complejidad de lo efímero y el pensamiento volumétrico corresponden a una problemática; 2) Lo efímero se ancla en los engramas cognitivos y 3) La racionalidad emergente es una triada: conocer pensar y reflexionar.
Cuando se analiza la complejidad de lo efímero y el pensamiento volumétrico estamos en presencia no de un problema, sino de una problemática y esa diferencia es esencial, porque al indagar una problemática se establece una relación entre experiencia e imaginación, lo cual permite el desarrollo de la creatividad. Diferente a la concepción tradicional extendida de formular problemas, se representa otro tipo de problematización creadora, la concepción transformativa, novedosa y flexible que caracteriza a la imaginación cuando se integra a la experiencia práctica del investigador, lo que proporciona la construcción de nuevas interrogantes en el manejo de situaciones de la vida cotidiana, esta integración facilita la apertura mental y la flexibilidad para que esos elementos que van emergiendo de lo real, de la vivencia diaria es de donde comienza a surgir el devenir de la problemática. Contrario a la tendencia que tenemos de investigar hacia donde creemos se van a obtener resultados que verifican lo que hemos planteado como problema. Analizar lo real como problemática es hacer preguntas distintas respecto al problema, es hacer cuestionamientos de las certezas, es comenzar a pensar de otra manera.
Cuando se piensa con una determinada racionalidad, se plantea la complejidad de lo efímero, porque lo efímero se entiende como algo de poca duración y lo complejo como algo complicado, pero al vincular complejidad y efímero, se manifiesta un elemento de la cotidianidad que se nos hace invisible por lo rutinario de su presencia. La complejidad de lo efímero y lo efímero en su complejidad, deben verse bajo dos ópticas: afectar y ser afectado de manera simultánea lo que conduce al pensamiento volumétrico, puesto que la complejidad de lo efímero es un enunciado de carácter trópico, en sus tres dimensiones: la metáfora, la metonimia y la sinécdoque, ya que en el texto la metáfora traslada el sentido, la metonimia enuncia el efecto por la causa y viceversa, y la sinécdoque expresa el todo por la parte y la parte por el todo. Esto representa la complejidad del lenguaje. Mientras que lo efímero en su complejidad, recurre al traslado del sentido, al efecto por la causa, a la causa por el efecto, al todo por la parte y a la parte por el todo, por lo que emerge la posibilidad de un discurso paradójico que hay que aprender a leerlo desde la multiperspectividad y no de la linealidad. De manera que se comienza a trabajar en flujos, porque esa condición permite la retroalimentación y el pensamiento rizomático que germina contantemente ideas en un engrama cognitivo no lineal, allí está lo efímero. La concepción de rizoma es análoga a la ramificación de las neuronas.
La racionalidad emergente es una triada: conocer, pensar y reflexionar. Donde el Dr. Ugas manifiesta que la complejidad se aborda desde otra racionalidad, una/otra racionalidad emergente, la cual se expresa en lo que se conoce, como se piensa con otra lógica difusa y en la acción de reflexionar, allí radica lo efímero y eso es complejo. Es la condición de plantear una forma de conocer que me es tan familiar, tan trillada y con ello lo que hago es un simple trámite administrativo efímero es un presente recurrente, la complejidad de lo efímero -como tropo- no es otra cosa sino la manera cómo expresarle al otro una concepción de lo real.
Ahora bien, si lo efímero es una expresión de la cotidianidad y lo complejo es un modo de pensar, entonces lo efímero es un contenido de la actualidad, lo cual quiere decir que es un presente recurrente, el cual tiene modos y maneras de expresarse en un espacio- tiempo. La complejidad de lo efímero es pensar con otra racionalidad. Es una forma de conocer, y por ende un modo de expresarse la racionalidad. Pero si está enunciado de tal manera que no es ni lógico, ni ilógico, sino alógico, es decir con otra lógica (la lógica borrosa, la lógica difusa), otra manera de como opero nuestra racionalidad, lo desechamos: lo efímero en su complejidad se puede estudiar desde los pequeños elementos, lo real es comenzar a pensar de otra manera, la cuestión no es el aspecto lógico de las ideas nada más, es que ese nuevo modo de pensar tiene un nuevo modo de enunciar lo real. Una clave es modestamente comenzar a trabajar lo efímero y su complejidad. Es decir, no se trata de plantearnos grandes investigaciones, sino comenzar a fijarnos en esos pequeños elementos que nos están diciendo cómo y de qué manera se está pensando volumétricamente y no linealmente. Cultivar la razón es una promesa incumplida no se alcanzo el progreso ni la felicidad, hay una transformación en la forma y contenido de la transmisión del saber.
Este es un planteamiento con otra lógica, diferente a la tradicional, al pensamiento lineal de que la realidad como cotidianidad, dominada por las leyes naturales, universales y de las probabilidades de causa y efecto escapa a nuestro pensamiento, porque tiene un ritmo y un devenir independiente, separado de nuestros deseos. Pero la cuestión está en el modo de pensar con una u otra determinada racionalidad. Es por ello, que en la actualidad se ha difundido la idea que con el poder de tu mente y de tus pensamientos puedes cambiar tu realidad.
En consecuencia, emerge una/otra concepción del hombre, del mundo y de la vida. Somos actores de un proceso de transición en el trastoque de la racionalidad, el indicador más fuerte de ello está en tres elementos: el conocimiento, el pensamiento y la acción de reflexionar; lo que se expresa en las cosas efímeras. Se debe entonces plantear un elemento que aparentemente es efímero, pero analizado desde la complejidad expresa una gran reflexión. No se trata de dirigir o aplicar metódicamente un pensamiento preexistente por naturaleza, sino el de hacer nacer otro que no existe todavía; es repensar lo pensado y lo no pensado con otra lógica, es revisar nuestros conocimientos con la reflexión crítica de la incertidumbre y no de las certezas, es interrogar de nuevo nuestras preguntas; se trata de escuchar nuestros planteamientos reflexivamente con otra perspectiva, de autocriticarnos frecuentemente como si fuésemos mediadores de otra persona y como diría el Dr. Ugas, se trata de ¿cómo proseguir en lugar de concluir?
Facultad de Ciencias de la Educación
Dirección de Postgrado FACE
Doctorado en Educación
Dr. Julio González Bello
Referencia Bibliográfica
Gabriel, Ugas. La Complejidad de lo Efímero. Barquisimeto-Venezuela. Ediciones Gema. 2010. 78 pp.
Yamilet M. Pérez R.
2011.
Las ideas principales que ha dejado el autor. En el proceso de análisis, interpretación y síntesis del texto “La Complejidad de lo Efímero”, se obtienen tres categorías principales: 1) La complejidad de lo efímero y el pensamiento volumétrico corresponden a una problemática; 2) Lo efímero se ancla en los engramas cognitivos y 3) La racionalidad emergente es una triada: conocer pensar y reflexionar.
Cuando se analiza la complejidad de lo efímero y el pensamiento volumétrico estamos en presencia no de un problema, sino de una problemática y esa diferencia es esencial, porque al indagar una problemática se establece una relación entre experiencia e imaginación, lo cual permite el desarrollo de la creatividad. Diferente a la concepción tradicional extendida de formular problemas, se representa otro tipo de problematización creadora, la concepción transformativa, novedosa y flexible que caracteriza a la imaginación cuando se integra a la experiencia práctica del investigador, lo que proporciona la construcción de nuevas interrogantes en el manejo de situaciones de la vida cotidiana, esta integración facilita la apertura mental y la flexibilidad para que esos elementos que van emergiendo de lo real, de la vivencia diaria es de donde comienza a surgir el devenir de la problemática. Contrario a la tendencia que tenemos de investigar hacia donde creemos se van a obtener resultados que verifican lo que hemos planteado como problema. Analizar lo real como problemática es hacer preguntas distintas respecto al problema, es hacer cuestionamientos de las certezas, es comenzar a pensar de otra manera.
Cuando se piensa con una determinada racionalidad, se plantea la complejidad de lo efímero, porque lo efímero se entiende como algo de poca duración y lo complejo como algo complicado, pero al vincular complejidad y efímero, se manifiesta un elemento de la cotidianidad que se nos hace invisible por lo rutinario de su presencia. La complejidad de lo efímero y lo efímero en su complejidad, deben verse bajo dos ópticas: afectar y ser afectado de manera simultánea lo que conduce al pensamiento volumétrico, puesto que la complejidad de lo efímero es un enunciado de carácter trópico, en sus tres dimensiones: la metáfora, la metonimia y la sinécdoque, ya que en el texto la metáfora traslada el sentido, la metonimia enuncia el efecto por la causa y viceversa, y la sinécdoque expresa el todo por la parte y la parte por el todo. Esto representa la complejidad del lenguaje. Mientras que lo efímero en su complejidad, recurre al traslado del sentido, al efecto por la causa, a la causa por el efecto, al todo por la parte y a la parte por el todo, por lo que emerge la posibilidad de un discurso paradójico que hay que aprender a leerlo desde la multiperspectividad y no de la linealidad. De manera que se comienza a trabajar en flujos, porque esa condición permite la retroalimentación y el pensamiento rizomático que germina contantemente ideas en un engrama cognitivo no lineal, allí está lo efímero. La concepción de rizoma es análoga a la ramificación de las neuronas.
La racionalidad emergente es una triada: conocer, pensar y reflexionar. Donde el Dr. Ugas manifiesta que la complejidad se aborda desde otra racionalidad, una/otra racionalidad emergente, la cual se expresa en lo que se conoce, como se piensa con otra lógica difusa y en la acción de reflexionar, allí radica lo efímero y eso es complejo. Es la condición de plantear una forma de conocer que me es tan familiar, tan trillada y con ello lo que hago es un simple trámite administrativo efímero es un presente recurrente, la complejidad de lo efímero -como tropo- no es otra cosa sino la manera cómo expresarle al otro una concepción de lo real.
Ahora bien, si lo efímero es una expresión de la cotidianidad y lo complejo es un modo de pensar, entonces lo efímero es un contenido de la actualidad, lo cual quiere decir que es un presente recurrente, el cual tiene modos y maneras de expresarse en un espacio- tiempo. La complejidad de lo efímero es pensar con otra racionalidad. Es una forma de conocer, y por ende un modo de expresarse la racionalidad. Pero si está enunciado de tal manera que no es ni lógico, ni ilógico, sino alógico, es decir con otra lógica (la lógica borrosa, la lógica difusa), otra manera de como opero nuestra racionalidad, lo desechamos: lo efímero en su complejidad se puede estudiar desde los pequeños elementos, lo real es comenzar a pensar de otra manera, la cuestión no es el aspecto lógico de las ideas nada más, es que ese nuevo modo de pensar tiene un nuevo modo de enunciar lo real. Una clave es modestamente comenzar a trabajar lo efímero y su complejidad. Es decir, no se trata de plantearnos grandes investigaciones, sino comenzar a fijarnos en esos pequeños elementos que nos están diciendo cómo y de qué manera se está pensando volumétricamente y no linealmente. Cultivar la razón es una promesa incumplida no se alcanzo el progreso ni la felicidad, hay una transformación en la forma y contenido de la transmisión del saber.
Este es un planteamiento con otra lógica, diferente a la tradicional, al pensamiento lineal de que la realidad como cotidianidad, dominada por las leyes naturales, universales y de las probabilidades de causa y efecto escapa a nuestro pensamiento, porque tiene un ritmo y un devenir independiente, separado de nuestros deseos. Pero la cuestión está en el modo de pensar con una u otra determinada racionalidad. Es por ello, que en la actualidad se ha difundido la idea que con el poder de tu mente y de tus pensamientos puedes cambiar tu realidad.
En consecuencia, emerge una/otra concepción del hombre, del mundo y de la vida. Somos actores de un proceso de transición en el trastoque de la racionalidad, el indicador más fuerte de ello está en tres elementos: el conocimiento, el pensamiento y la acción de reflexionar; lo que se expresa en las cosas efímeras. Se debe entonces plantear un elemento que aparentemente es efímero, pero analizado desde la complejidad expresa una gran reflexión. No se trata de dirigir o aplicar metódicamente un pensamiento preexistente por naturaleza, sino el de hacer nacer otro que no existe todavía; es repensar lo pensado y lo no pensado con otra lógica, es revisar nuestros conocimientos con la reflexión crítica de la incertidumbre y no de las certezas, es interrogar de nuevo nuestras preguntas; se trata de escuchar nuestros planteamientos reflexivamente con otra perspectiva, de autocriticarnos frecuentemente como si fuésemos mediadores de otra persona y como diría el Dr. Ugas, se trata de ¿cómo proseguir en lugar de concluir?
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