Universidad de Carabobo - Facultad de Educación - Dirección de Postgrado - Doctorado en Educación



Este espacio tiene como finalidad difundir y promover las producciones escritas del Proyecto Libre: Elaboración y Publicación de Informes Científicos, desarrolladas por los participantes del Doctorado en Educación de la Universidad de Carabobo -Núcleo Guanare (periodo 2011-3), con las orientaciones del facilitador Dr. Julio González.

Este curso está concebido bajo la idea de que el proceso de divulgar un conocimiento producto de un investigación será más efectivo en la medida en que se disponga de diferentes modalidades para su difusión entre los miembros de la comunidad cientifica.


domingo, 4 de diciembre de 2011

Diseño de un programa conductual cognitivo, dirigido a los docentes para modificar conductas agresivas


Autor: Erín González
Estudios Realizados
Graduado en la Universidad de los Andes, título obtenido: Licdo. En Educación mención Inglés. Egresado del Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela, Título obtenido: Maestría en Ciencias, Mención Orientación de la Conducta. Actualmente Doctorado en Educación – Universidad de Carabobo
e-mail:erin46cippsv@hotmail.com
RESUMEN
El objetivo de este estudio en el diseño de un programa cognitivo conductual de orientación, dirigido a docentes de 6 º grado de primaria de la escuela UEN Educación Básica "Miguel Oraa", ubicado en Guanare, estado Portuguesa, con el fin de cambiar el comportamiento agresivo de los estudiantes. El estudio se realizó en forma de proyecto factible, apoyado por una investigación de campo descriptivo, que se llevó a cabo el diagnóstico que sirvió de base para la propuesta. La población estuvo constituida por 120 estudiantes que tenían las siguientes características: alumnos y alumnas de edades comprendidas entre 11 y 13 años, los alumnos de grado sexto. La muestra fue de 32 estudiantes que fueron seleccionados por la técnica de muestreo probabilístico con muestreo aleatorio simple. Los resultados obtenidos mediante la aplicación del instrumento reflejan que hay problemas de agresiones físicas y verbales, estos últimos prevalecerán. Esta información llevó a diseñar un programa de diseño de un programa estructurado en las siguientes fases: Fase I corresponde a la inducción y la motivación de los profesores, la segunda fase de la implementación, la fase III de aplicación de las técnicas de los maestros a los estudiantes y la evaluación del grupo, la fase IV de evaluación

Palabras clave: cognitivo-conductual, el comportamiento agresivo, las agresiones verbales.
Abstract
The aim of the study in designing a Cognitive Behavioral Orientation Program, aimed at teachers in 6th grade of elementary school U.E.N. Basic Education "Miguel Oraà" located in Guanare, Portuguesa State, in order to change the aggressive behavior of students. The study was conducted in the form of feasible project, supported by a descriptive field research, which was held diagnostic which formed the basis for the proposal. The population consisted of 120 students who had the following characteristics: male and female students aged between 11 and 13 years, 6th grade trainees. The sample was 32 students who were selected by probability sampling technique using simple random sample. The results obtained by applying the instrument reflect that there are problems both physical and verbal aggressions, these latter prevail. This information led to design a program design a structured program in the following phases: Phase I corresponds to the induction and motivation to teachers, Phase II of the implementation, phase III application of techniques from teachers to students and group assessment, phase IV Evaluation
Keywords: Cognitive Behavioral, aggressive behavior, verbal aggressions.
Al estudiar la conducta humana, la agresividad es uno de los comportamientos que más preocupa a la familia, escuela y a la sociedad en general, por ser la conducta agresiva persistente e intensa en los niños, causa de varios problemas emocionales y sociales que afectan a éstos y a su familia, así como también al medio en donde viven y actúan.
Los docentes en la escuela desempeñan un rol de orientadores, y al mismo tiempo juegan un papel muy importante, ya que al relacionarse con los alumnos que presentan estas conductas agresivas, puedan facilitarle herramientas adecuadas para manejar operativamente esa conducta.
Es importante considerar que la orientación de la conducta es un proceso que facilita herramientas para compresión del yo y del medio, contribuyendo a adquirir, modificar o extinguir estas, logrando así en el orientado, un buen manejo de su vida y una adecuada relación con los demás. Por lo antes expuesto, se propone a través del presente estudio, el diseño de un Programa Conductual Cognitivo, dirigido a los docentes era facilitarles herramientas que le ayuden a tratar a los alumnos que presentan conductas agresivas, de manera que éstos canalicen adecuadamente su actuación su actuación, evitando así que se hagan daño a ellos mismos y a los compañeros con los que comparten.
La conducta agresiva del hombre ha sido objeto de estudio de diversas disciplinas: filósofos, politólogos, sociólogos y psicólogos, coinciden en señalar que dicha conducta es el resultado de un proceso de aprendizaje y de componentes situacionales que la desencadenan. El estudio de la conducta agresiva es de enorme trascendencia social. Si la agresión se debiera a una sola causa, tal vez seria más fácil de controlar, pero al igual que todas las conductas humanas, la agresión es un fenómeno extremadamente complejo y también lo son sus causas.
La agresión, por ser una conducta social, tiene que ver mucho con los estímulos del medio y por lo tanto éstos de una forma u otra forma, ejercen influencia en su control, es por eso que, la presencia de determinados individuos o circunstancias, pueden ser estímulos que desencadenen conductas agresivas.
El factor más relevante en la adquisición de reacciones de agresividad es el aprendizaje y en él tienen una gran responsabilidad primeramente los padres y luego, los docentes, quienes pasan a formar parte del proceso de socialización de niños y jóvenes.
El aprendizaje observacional o por modelamiento juega un importante papel; puesto que estas conductas pueden aprenderse simplemente con observar simplemente a los demás y así el hecho de observar modelos violentos pueden aumentar la agresividad.
A través de los tiempos la agresividad, ha sido parte integral de la evolución y extremadamente relacionada con la supervivencia, la conducta agresiva persistente e intensa en el niño es causa de diversos problemas emocionales que lo afectan a él, a su familia y al medio donde se desenvuelve.
Estos factores conductuales, psicológicos y sociológicos no son los únicos que generan conductas agresivas, su origen puede deberse también a factores orgánicos como epilepsias o disfunciones cerebrales, entre otras.
Las conductas humanas son componentes humanos susceptibles de modificar y para ello es fundamental tomar en cuenta los múltiples factores que la desencadenan, Bandura y Walter (1985), afirman: “la violencia es algo aprendido como también se aprende la conducta normal no violenta por medio del reforzamiento y la modelación. La agresión es un aprendizaje social”. (p.326).
En el ámbito escolar la conducta agresiva se presenta frecuentemente y a los docentes se les hace necesario encontrar métodos eficaces para ayudar a sus alumnos a modificar dichas conductas puesto que las mismas inciden en el rendimiento académico no solo individual, sino también grupal.
Se realizó una entrevista a la directora de la Escuela Básica “Dr. Miguel Oraá” y ésta manifestó que un número considerable de alumnos sobre todos los de 6to grado presentaban un alto índice de agresividad, pensando que posiblemente obedezcan a que las mayoría de los alumnos provienen de hogares con carencias afectivas, miembros del grupo familiar alcohólicos, niños maltratados y de pobreza extrema. Pero, también existen otros factores que pueden incidir en la agresividad del alumnado, entre los que enumeró: docentes extremadamente autoritarios o permisivos, alta inasistencia de éstos, falta de preparación y trato agresivo del mismo personal.
Esto hizo que se diseñara un Programa que tomara en cuenta los factores que inciden en la emisión de conductas agresivas y que facilitara las técnicas y herramientas que pueda usar el docente para modificar los comportamientos agresivos de los alumnos.
En la sociedad cada vez la agresividad se hace más frecuente, a veces los canales de televisión invitan al disfrute de la violencia de una manera vicaria. También los medios de comunicación explotan los sucesos agresivos.
Debemos recordar que la mayor parte de la población es adolescente, es una etapa de desarrollo del ser humano, que por sus características biológicas, psicológicas y socioculturales, es propicia para modelar los comportamientos agresivos que como antes se señalaba, se encuentran en su ambiente, sirviendo éstos como modelos en esta etapa tan crucial de la vida.
En todas las culturas es a los padres a quienes les corresponde formar y socializar a sus hijos, pasando a tomar parte de esta responsabilidad más tarde los docentes. Las actitudes hacia la expresión de sentimientos agresivos varia de una cultura a otra, por esto, las prácticas de socialización de los padres y docentes también difieren. Sin embargo, actualmente se ve con preocupación que las conductas agresivas en los niños aumentan cada día más, tanto en el hogar como en la escuela.
Este alarmante fenómeno evidenciado a diario en los medios de comunicación, es un indicio de que tanto padres como docentes no están debidamente preparados para llevar a cabo la orientación conductual cognitiva que les corresponde.
Si se quiere implanta una educación que lleve a una educación integral y extinga las conductas agresivas, se ha de enseñar a los educandos a ser tolerante frente al medio hostil en que se encuentran inmersos.
En este sentido, el presente estudio tiene por objeto, bridarle al docente un programa que contemple estrategias adecuadas para modificar las conductas de agresividad que cotidianamente se presentan en el aula.
Esta propuesta es un valioso aporte para padres y educadores al proporcionarles herramientas que le permitan manejar el problema de la agresividad en los niños de manera operativa y así, lograr un ambiente más armonioso en el hogar y en el salón de clase; a la vez que ayudará considerablemente al crecimiento personal de los alumnos.
Todas estas razones expuestas anteriormente justifican realizar la presente investigación.
La propuesta de este programa tiene como objetivo modificar las conductas agresivas de los alumnos de 6to grado de la Escuela “Dr. Miguel Oraá” y se realizará a través de los siguientes objetivos específicos:
· Diagnosticar las conductas agresivas de los alumnos de 6to grado de la Escuela Básica “Dr. Miguel Oraá”
· Establecer la factibilidad de diseñar un Programa que facilite estrategias para modificar las conductas agresivas en los alumnos estudiados.
· Diseñar un programa de Orientación Conductual Cognitivo para modificar conductas agresivas.
Para esto se realizará una investigación de campo que arroje resultados básicos para hacer un diagnostico de la situación actual en cuanto a conducta agresivas presentadas por los alumnos de 6to grado de la Escuela Básica “Dr., Miguel Oraá”, ubicada en Guanare, Estado Portuguesa. Los resultados obtenidos permitirán describir objetivamente la problemática y servirá para el Diseño de un Programa Conductual Cognitivo que le ofrezca a los docentes estrategias operativas para manejar estas conductas en el ámbito escolar.
En cuanto a las limitaciones que puedan presentarse cabe señalar la falta de objetividad que el docente pueda presentar al llenar el instrumento en donde registre las conductas agresivas de sus alumnos.
Son muchas las investigaciones que se han hecho en torno al problema de la agresividad, por lo que se hace necesario un estudio integral del ser humano.
Screchi, y Esqueda, (1992), realizaron una investigación correlacional, sobre la relación entre ansiedad, autoestima y energizacion, trabajaron con una muestra de 176 estudiantes de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado. Los resultados se interpretaron bajo el enfoque de la autoestima como proceso de alto nivel que conecta los efectos de ansiedad como los de energizacion de la conducta en un sólo producto valorativo.
Por otra parte, Ordoñez, Ordoñez, (1994) estudió los efectos de un Programa de Entrenamiento Asertivo en la modificación de la Conducta Agresivas, emitidas por niños de ocho años de edad. Se realizó mediante un estudio de Campo, prospectivo, con una muestra de 17 sujetos, según criterios de edad, clase social y nacionalidad. Los resultados le permitieron afirmar que el entrenamiento asertivo fue eficaz para modificar la conducta agresiva, y en su ligar, se logró instaurar, incrementar y fortalecer conductas asertivas que le facilitaron la base para una comunicación efectiva.
Igualmente Andrade, (1996), diseño un Programa de Modificación de Conductas agresivas dirigido a 35 niños de segundo grado, sección C de la escuela Carlos Rangel Lamus, a través de reforzamiento diferencial de otra conducta, contrato de contingencia y aprendizaje observacional; concluyó en su investigación, tipo proyecto factible que la aplicación de un buen Programa de reforzamiento diferencial, disminuye considerablemente las conductas agresivas no operativas de niños normales y con disfunción cerebral mínima.
Otra investigación interesante para el presente estudio, resulta la de Moreno, (1997), quien estudio la Conducta agresiva en los adolescentes de 5º y 6º grado de la Escuela Básica Nacional “Dr. Elías Rodríguez”. Investigación descriptiva con una muestra de 120 alumnos para determinar la conducta agresiva de mayor ocurrencia. Encontró elevado porcentaje de jóvenes que no cuentan con la presencia paterna o materna pudiendo afectar esto negativamente en el comportamiento del adolescente.
En resumen, la documentación teórica investigada y las evidencias empíricas presentadas con relación a las conductas agresivas, permiten afirmar que es posible controlar esta problemática mediante el uso de técnicas y estrategias conductuales y cognitivas; por lo que dichos estudios sirvieron de referencia a la propuesta realizada.
El ser humano está expuesto constantemente a estímulos variados, a los cuales responde de forma diversas, en oportunidades la conducta emitida es operativa y en otras oportunidades en no operativa.
Entre las conductas consideradas no operativas se encuentra la agresividad, por cuanto ésta generalmente es rechazada por las demás personas que están relacionándose con la persona agresiva.
Para estudiar este constructo con propiedades es importante primero definir este término.
La palabra “agredir,” proviene del latín “adgredi”, al revisar las diferentes corrientes psicológicas y la forma de estudiar y ver la agresividad se observa que su significado ha variado en el tiempo en un principio significó “caminar”, “ir hacia”, “ir en contra”. Luego, tomó un sentido militar: “atacar en grupo”, para luego tomar el sentido de “atacar individualmente”.
La agresividad es un término que ha sido acuñado dentro del vocabulario de la Psicología, para dar cuenta de la capacidad humana para oponer resistencia a las influencias del medio.
La agresividad humana según López (1992) tiene vertientes fisiológicas, conductuales y vivenciales, por lo que constituye una estructura psicológica compleja.
Lolas, (1991), refiere a la agresividad como un constructo teórico en el que caben distinguir tres dimensiones: una dimensión conductual, en el sentido de conducta manifiesta, a la que se le llama agresión; una dimensión fisiológica, en el sentido de concomitantes viscerales y autonómico, que forma parte de los estados afectivos y una dimensión vivencial o subjetiva que califica la experiencia del sujeto al que se le puede llamar hostil.
Según Rinn, (1989), (P. 36) “agresividad es el acto cuyo objeto es dañar a otro individuo”.
Este daño a que se refiere el autor puede ser físico o psicológico, estar dirigido a la misma persona, a sus bienes, o a un grupo.
Dollar y Miller (citado por Bandura y Walter, 1958), plantean en su teoría sobre la agresión que ésta en su estado natural, aunque no evitable de la frustración, ya que pueden aprenderse respuestas no agresivas de ellas. Seguía pensando que la agresión es la respuesta naturalmente dominante de la frustración y que sólo en el caso de que previamente se hayan castigado o dejado sin recompensar las respuestas agresivas, surgirá la posibilidad de dar una respuesta que no lo sea.
En tal sentido, Bandura, (1985), señala: “las conductas agresivas no significan cualidad inevitable de la interacción social del hombre, sino más bien un producto de condiciones operantes en una sociedad que puede promover o retardar sus manifestaciones” (p.39).
Según Corsi, (1955), la agresividad es la conducta mediante la cual la potencialidad agresiva se pone en acto. Las formas que adopta serán disímiles: motoras, verbales, gestuales, posturales, entre otras. Por lo tanto, tiene un origen (agresor) y un destino (agredido).
La agresión puede ser física o psicológica. Esta última se divide en verbal y no verbal. La primera se realiza con palabras, produciendo un daño psicológico que con frecuencia es más terrible que el físico, pudiendo llevar al individuo al fracaso, a la neurosis y hasta el suicidio.
Según sea el objeto, puede tratarse de una autoagresión o de una hetero agresión; siempre existe una direccionalidad en la conducta agresiva. Ahora bien, para que puedan ser definidas como conductas agresivas deben reunir además, con el requisito de intencionalidad, es decir, la intención, por parte del agresor de ocasionar daño.
La agresión no verbal es aquella que se hace con gestos, silencios, actitudes.
Arañar, pellizcar, golpear, empujar a otro resulta agresión física no verbal. En algunas oportunidades se usan diferentes tipos de agresión a la vez.
La agresión puede ser directa o indirecta, en esta última hay un objeto que es el intermediario; a veces se quiere agredir a una persona y para ello se lesionan sus intereses o sus bienes. Esta agresión indirecta puede ser a su vez, física o psicológica, también, verbal y no verbal.
El centro o aérea de la agresividad debe ser una zona del cerebro cuya estimulación desencadene, de modo automático, una conducta agresiva. Al respecto el neurofisiologo Hess, (citado por Ruiz, 1994), mediante la estimulación eléctrica del gato descerebrado, desencadenaban ataques de “falsa rabia”: aullidos, mordiscos, gestos agresivos, que desaparecían apenas cesaba la estimulación.
Las zonas que los investigadores creen están asociadas con la ira y la agresividad están ubicadas en el sistema límbico, fundamentalmente la amígdala; la corteza frontal ejercería una labor inhibidora o facilitadora del paso al acto cuando se experimentan estas emociones; sin embargo las investigaciones realizadas no han arrojado resultados que permiten asegurar que existe un centro de la agresividad.
La agresión, especialmente en el hombre es una conducta muy compleja, es un modo de resolver situaciones y conflictos, pero el hombre tiene además, otras posibilidades; por lo tanto, la agresividad puede ser mejor enfocada si en vez de estudiarla aisladamente se encuadra en el campo de lo afectivo y emocional, como un elemento más.
Desde una perspectiva cognitiva, implica penetrar en la compleja red de significado que, cada persona ha ido atribuyendo a la realidad circundante. Simplificando se puede decir que una persona agresiva es aquella que tiende a percibir los datos de la realidad como provocadores o amenazantes y frente a tal construcción cognitiva, reacciona con conductas de ataque y defensa.
La mayor parte de los acontecimientos que hacen que la gente agreda, como son los insultos, desafíos verbales, amenazas, tratamiento injusto y las acciones provocadoras, adquieren esta capacidad de activación, no por la notación genética del individuo, sino a través de experiencias de aprendizaje.
Podemos decir que según lo expuesto anteriormente, las personas no nacen con repertorio prefabricados de conducta agresiva, deben aprenderlos de una u otra forma.
Los estímulos también llegan a desempeñar funciones para encauzar la agresión, asociándose con las consecuencias de respuestas diferentes.
La conducta agresiva, especialmente cuando es cruel y carente de justificación, es censurada socialmente, y condenada por la propia persona, y el castigo previsto ejerce influencia restrictiva sobre la conducta lesiva.
La terapia conductual es la aplicación clínica de la modificación de conducta dentro de la Psicología Conductista actual se perfilan tres corrientes: Terapia Conductual, (Hull), Aprendizaje Social (Tolman y Bandura) y Modificación de Conducta (Skinner).
El conductismo considera la agresividad originada por un aprendizaje, puede ser condicionado u operante.
La sociedad premia unas conductas y castiga otras, de esta forma promueve unas y extingue otras. La recompensa y el castigo son uno de los medios más eficaces de estimular el aprendizaje.
Según Bandura, (1981), explica que los comportamientos agresivos del individuo, son necesariamente frutos del aprendizaje social, en cuanto dicho comportamiento es determinado por la intención indiscriminada de las figuras que han sido modelos significativos en la vida del sujeto.
Para el autor, la agresividad es la utilización de una clase de comportamiento que el individuo ha adquirido en el aérea de una experiencia, en un determinado ambiente.
Se tiene en conclusión que, para el autor, la agresividad es un tipo de comportamiento que el sujeto o individuo ha adquirido dentro de un repertorio comportamental gracias a los modelos de personas significativas que la sociedad propone.
De lo anteriormente dicho se desprende que si los padres evidentemente, toleran o recompensan la agresión, los niños probablemente se portaran agresivos en su casa y por generalización, en otras situaciones en las que sienta que la agresión es algo repetido, esperado o alentado.
Los padres y docentes son modelos sociales que también influyen en la conducta del sujeto. Las personas importante del entorno, los líderes políticos, deportivos, e incluso, las instituciones conformaran con sus palabras y hechos el modo de vivir del individuo joven.
En la sociedad hay tres fuentes principales de conductas agresivas que reciben atención en grado variable, ellas son: 1) Las influencias familiares 2) Las influencias sub-culturales y 3) Modelamiento simbólico
Los factores que afectan el ajuste del niño en el ambiente, probablemente ninguno sea tan importante como el de la relación Docente – Alumno.
En el ámbito escolar el docente y el alumno comparten gran parte del tiempo ya sea en el aula como fuera de ella; experiencia que le permite al docente detectar a través de la observación una serie de conductas adecuadas o inadecuadas manifestadas por los estudiantes en el espacio escolar, que le conlleva a tener una visión global de dichas conductas.
Barroso, (1991), considera que escuela y familia tienen la responsabilidad de educar, los padres delegan esta última función a la escuela.
Familia y escuela es un binomio de crecimiento, ambos se necesitan y proporcionan mutuamente sentido y dirección.
De lo antes expuesto, se deduce que las clases de docente que le toquen al niño determinan en gran medida, que la experiencia escolar favorezca su desarrollo general o aumenten simplemente sus dificultades y frustraciones.
Dentro del ambiente escolar, además del docente, el grupo de compañeros juega un papel importante para la adquisición del comportamiento agresivo.
Dentro de la modificación de la conducta, la agresividad ha sido tratada con diversas técnicas; de las cuales cabe mencionar:
· La asertividad
· Costo de respuestas
· Tiempo – fuera
· Reforzamiento de otras conductas
· Castigo y sobrecorrecion
Según la enciclopedia Océano, (2010), “asertividad es una habilidad social gracias a la cual una persona defiende sus derechos al mismo tiempo que respeta los derechos de los demás elevándose como persona”.
Existen elementos culturales que son instigadores de conductas no deseables en el caso de la agresividad.
El método de aprendizaje de la conducta asertiva parte del principio teórico de la modificación de la conducta como modo de cambiar posteriormente las actitudes y las creencias.
El entrenamiento asertivo se basa en modificar la conducta a partir del modelado y la práctica de conductas alternativas.
Para concluir diré que existen diferentes programas para la eliminación de conductas problemáticas, considerando a la agresividad como una de ella. Una vez reportada la conducta problemática, se toma un registro anecdótico en cada una de las situaciones, en la que se presentan la conducta, para definir la categoría, o se registran las categorías previamente definidas, según el caso.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Andrade, (1996). Actitud del docente de educación básica ante las manifestaciones conductuales de los alumnos de 1era y 2da.Etapa de este nivel. Trabajo de Grado e Maestría no publicado. Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela. Cabudare, Lara.
Bandura A. (1981) Modificación de la conducta. Análisis de la agresión y la Delincuencia. Edit. Trillas. México.
---------------- (1985). Aprendizaje Social y desarrollo de la personalidad. (A. Reviere, Trad) 8va. Edición. Edit Alianza. Madrid.
Barroso, M. (1991) La Autoestima del Venezolano. 2da Edic. Edit Galac. Caracas. Venezuela.
Corsi, J. (1955) Violencia Familiar. Edit. Paidòs. Argentina
Enciclopedia Océano (2010). Manual del Recurso del Maestro. Editorial Océano. España.
Dollar y Miller (1958) Como modificar la conducta Infantil. Edit Kapelusz. Argentina
Hess, W. (1996) Hypothalamus and thalamus Experimentals documents. Thiene
Lolas, F. (1991) Agresividad y Violencia. Edit Losada. Buenos Aires. Argentina
López Ibor. (1992) Psicología Practica Nº 5 Espacio y Tiempo. Buenos Aires. Argentina.
Moreno, L. (1997), La Conducta agresiva en los adolescentes de 5º y 6º grado de la Escuela Básica Nacional “Dr. Elías Rodríguez”. Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela. Caracas
Rinn, (1989) Paternidad Positiva. Edit Trillas. México.
Screchi, y Esqueda, (1992).Ansiedad, Autoestima y energizacion, Tesis de Grado Universidad Lisandro Alvarado. Barquisimeto.
Ordoñez, Ordoñez, (1994) Efectos del Entrenamiento Asertivo en la modificación de la Conducta Agresiva emitida por infantes de ocho años de edad. Trabajo de grado de Maestría no publicado. Centro de Investigaciones Psiquiátricas Psicológicas y Sexológicas de Venezuela. Caracas.

1 comentario:

  1. Buenas noches señor erin me interesa su investigacion para usarla como antecedente para mi tesis queria saber por favor en que año realizo la misma

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